Cáncer de cuello uterino
En este post de “Cáncer de cuello uterino” encontrarás información relevante respecto al padecimiento del cáncer de cuello uterino, existen varias opciones de tratamientos. En el siguiente post encontrarás, síntomas, tratamientos e incluso su detección temprana. Esta información es de carácter científico y para en caso de tener algún síntoma o sospecha de cáncer de cuello uterino es necesario acudir con un médico o bien nos puedes contactar al WhatsApp 614 215 6668
Esta guía ha sido preparada para ayudarte a comprender mejor el cáncer de cuello uterino y su tratamiento. Incluye información sobre las causas de la enfermedad y cómo se diagnostica, además de un asesoramiento actualizado sobre los tipos de tratamientos que pueden estar disponibles.
La información de esta guía no sustituye en ningún caso el asesoramiento de tu médico. Tu médico conoce tú historial médico completo y te ayudará a orientarte sobre el mejor tratamiento para ti.
Anatomía de los órganos reproductores femeninos
Los órganos reproductores internos de la mujer son:
- •Cuello uterino (extremo estrecho del útero que forma un canal entre el útero y la vagina).
- •Vagina (canal del parto).
- •Útero (matriz).
- •Trompas de Falopio (tubos que van a cada ovario).
- •Ovarios (glándulas pequeñas situadas a cada lado del útero en los extremos de las trompas de Falopio).
¿Qué es el cáncer de cuello uterino?
El cáncer de cuello uterino es un cáncer que se forma en los tejidos del cuello uterino. Por lo general, se trata de un cáncer de crecimiento lento que es posible que no presente síntomas pero que puede detectarse a través de pruebas de cribado. El cáncer de cuello uterino casi siempre es causado por la infección por el VPH, habiéndose detectado el VPH en el 99% de los tumores del cuello uterino (Marth et al. 2017).
¿Qué diferentes tipos de cáncer de cuello uterino hay?
Existen tres categorías de cáncer de cuello uterino:
- •Tumor escamoso: Este es el subtipo más común, representa entre el 70% y el 80% de los cánceres de cuello uterino. El carcinoma de células escamosas comienza en las células delgadas y planas que recubren el cuello uterino.
- •Tumor glandular (adenocarcinoma): Este subtipo representa entre el 20% y el 25% de los cánceres de cuello uterino. El adenocarcinoma comienza en las células cervicales que producen moco y otros líquidos.
- •Otros tumores epiteliales: Estos subtipos menos frecuentes incluyen el carcinoma adenoescamoso, los tumores neuroendocrinos y el carcinoma indiferenciado.
Clasificación del cáncer según su grado de avance
El cáncer de cuello uterino se clasifica, según el grado de avance de la enfermedad, en:
1. Neoplasia intraepitelial cervical no invasiva
La neoplasia intraepitelial cervical (NIC) es un término que se utiliza para describir los cambios anormales en las células escamosas del cuello uterino. La NIC no es cáncer, pero puede progresar hasta convertirse en cáncer en el futuro. La NIC se clasifica en tres grados:
- •NIC 1: Hasta un tercio del grosor del revestimiento que cubre el cuello uterino tiene células anormales.
- •NIC 2: Entre un tercio y dos tercios del revestimiento que cubre el cuello uterino tiene células anormales.
- •NIC 3: El espesor total del revestimiento que cubre el cuello uterino tiene células anormales.
Los cambios celulares en la NIC 1 suelen volver a la normalidad con el paso del tiempo y la mayoría de pacientes no requiere tratamiento. A las pacientes con NIC 2 y NIC 3 se les puede administrar tratamiento para extirpar las células anormales y prevenir que progresen hasta convertirse en cáncer de cuello uterino invasivo.
2. Cáncer de cuello uterino en estadio temprano
El cáncer de cuello uterino se describe como un cáncer en estadio temprano si el tumor no se ha diseminado más allá del cuello uterino. Estos cánceres normalmente son operables y el tratamiento primario suele ser la cirugía para extirpar el cáncer.
3. Cáncer de cuello uterino localmente avanzado
El cáncer de cuello uterino se considera localmente avanzado si se ha diseminado fuera del cuello uterino hasta los tejidos circundantes. El tratamiento del cáncer de cuello uterino localmente avanzado suele comenzar con la administración de quimiorradioterapia, pero en algunos casos se puede practicar una cirugía si el tumor se reduce después del tratamiento neoadyuvante.
4. Cáncer de cuello uterino metastásico
El cáncer de cuello uterino se describe como metastásico cuando se ha diseminado a otras partes del cuerpo, como los pulmones. Los tumores en sitios distantes se llaman metástasis. El cáncer de cuello uterino metastásico no es curable, pero sí puede tratarse.
¿Cuáles son los síntomas del cáncer de cuello uterino?
En sus primeras etapas, el cáncer de cuello uterino a menudo no presenta síntomas. Los síntomas que se pueden observar en la enfermedad avanzada incluyen (Marth et al. 2017):
- •Sangrado vaginal anormal entre períodos menstruales o durante/después de mantener relaciones sexuales o hacer ejercicio.
- •Dolor pélvico.
- •Secreción vaginal.
- •Dolor o incomodidad durante el sexo.
Si experimentas cualquiera de estos síntomas, acude a tu médico. Sin embargo, es importante recordar que estos síntomas son comunes en personas que no tienen cáncer de cuello uterino; también pueden estar causados por otras afecciones.
¿Es frecuente el cáncer de cuello uterino?
El cáncer de cuello uterino afecta principalmente a las mujeres más jóvenes: más de la mitad de los casos de cáncer de cuello uterino se dan en mujeres menores de 45 años. El cáncer de cuello uterino es el cuarto tipo de cáncer más común en las mujeres de todo el mundo. La incidencia del cáncer de cuello uterino es más alta en África oriental, meridional, central y occidental y en Melanesia, y la menor incidencia se registra en Australia/ Nueva Zelanda y Asia occidental (Ferlay et al. 2013). Casi el 90% de las muertes por cáncer de cuello uterino se producen en países en vía de desarrollo y la gran variación geográfica de la incidencia del cáncer de cuello uterino refleja las diferencias en la disponibilidad de técnicas de cribado y la difusión de la infección por el VPH (Marth et al. 2017).
¿Qué causa el cáncer de cuello uterino?
La causa más significativa del cáncer de cuello uterino es la infección persistente por VPH (Marth et al. 2017). El VPH es muy común y la mayoría de las personas sexualmente activas entran en contacto con el virus durante su vida. En la mayoría de las personas, el virus no causa daño y se soluciona sin tratamiento. Aunque la mayoría de los tipos de VPH son inofensivos, algunos pueden causar verrugas genitales y otros pueden causar alteraciones que pueden llegar a convertirse en cánceres, incluido el cáncer de cuello uterino. El VPH se detecta en el 99% de los tumores de cuello uterino, en particular los subtipos VPH 16 y VPH 18, que se cree que causan el 70% de los casos de cáncer de cuello uterino.
Prevención del cáncer de cuello uterino
Vacunación contra el VPH
Actualmente se dispone de tres vacunas contra el VPH, y las tres proporcionan protección contra el VPH 16 y el VPH 18 (Marth et al. 2017). Los informes elaborados en países con programas establecidos de vacunación contra el VPH han demostrado que la vacunación contra el VPH disminuye la incidencia de anormalidades cervicales de alto grado y reduce la prevalencia de los tipos de VPH a los que se dirigen las vacunas. El efecto de la vacunación contra el VPH sobre la tasa de incidencia del cáncer aún no se conoce, pero se espera que prevenga más del 70% de los cánceres de cuello uterino (Marth et al. 2017).
Cribado
El cribado cervical consiste en tomar una muestra de células del cuello uterino para comprobar si hay marcadores de cáncer de cuello uterino. Hasta hace poco, la prueba de Papanicolaou (Pap), en la que se analizaba la presencia de anormalidades en las muestras cervicales, era el método estándar para la detección del cáncer de cuello uterino (Marth et al. 2017). La prueba de Papanicolaou ha reducido la tasa de incidencia del cáncer de cuello uterino en un 60%-90% y la tasa de mortalidad en un 90%. Más recientemente, se ha introducido una prueba de detección del ADN del VPH que tiene una mayor sensibilidad para la NIC de alto grado respecto a la prueba de Papanicolaou y se ha demostrado que proporciona un 60%-70% más de protección contra el cáncer invasivo en comparación con esta última.
¿Cómo se diagnostica el cáncer de cuello uterino?
El diagnóstico de cáncer de cuello uterino se basa en los resultados de los siguientes exámenes y pruebas:
Examen clínico
Si experimenta síntomas de cáncer de cuello uterino, su médico llevará a cabo un examen clínico. Examinará su cuello uterino y su vagina y comprobará si hay anormalidades. También podrá realizar un examen pélvico interno, usando sus dedos enguantados para revisar su vagina en busca de bultos o cambios, mientras presiona su abdomen con la otra mano. Después del examen clínico, es posible que disponga la realización de pruebas adicionales.
Colposcopia
Si ha obtenido un resultado anormal en una prueba de cribado cervical, o si tiene síntomas que su médico cree que puedan estar causados por el cáncer de cuello uterino, normalmente se le realizará una colposcopia. La colposcopia es un examen que permite a los médicos observar el cuello uterino detalladamente, utilizando una lupa grande. También se pueden tomar muestras (biopsias) de cualquier área anormal durante una colposcopia. Algunas veces, durante la colposcopia se administra un tratamiento contra las células anormales. En otros casos, no se administra ningún tratamiento hasta que los resultados de la biopsia estén disponibles.
Biopsia de cono
Las biopsias de cono se utilizan para ayudar a diagnosticar el cáncer de cuello uterino y para tratar las células anormales del cuello uterino. Durante una biopsia de cono, se extrae una porción de tejido en forma de cono del cuello uterino bajo anestesia general. La muestra se examina bajo un microscopio para comprobar la presencia de células cancerosas o para verificar que se hayan extirpado todas las células anormales.
¿Cuáles son las opciones de tratamiento del cáncer de cuello uterino?
El tratamiento dependerá del tamaño, localización y estadio del tumor, así como de tu estado general de salud y tu estado físico. La elección de los tratamientos se discutirán contigo y tus preferencias serán tenidas en cuenta.
Es importante que las pacientes participen plenamente en la toma de decisiones acerca del tratamiento. Cuando hay varios tratamientos disponibles, los médicos deben involucrarlas en la toma de decisiones, de manera que éstas puedan elegir el tratamiento que satisface mayormente tus necesidades. Esta forma de elección del tratamiento recibe el nombre de “toma de decisiones compartida”.
Tu médico estará encantado de responder a cualquier pregunta que tengas sobre los tratamientos. He aquí tres preguntas sencillas que pueden serle útiles cuando hables con tu médico o con cualquier profesional de la salud involucrado en tu cuidado:
- •¿Qué opciones de tratamiento tengo?
- •¿Cuáles son las posibles ventajas y desventajas de estas opciones?
- •¿Qué probabilidad tengo de experimentar estas ventajas y desventajas?
Tu podrás recibir uno o varios de los siguientes tratamientos del cáncer de cuello uterino:
Cirugía
El objetivo de la cirugía del cáncer de cuello uterino es la extirpación de todas las células cancerosas. Esto puede incluir la conización (extirpación de una sección del cuello uterino en forma de cono), la histerectomía (en la que se extirpan completamente el útero y el cuello uterino) o una traquelectomía (que conserva el cuerpo del útero). Durante la cirugía del cáncer de cuello uterino puede que también se extirpen algunos ganglios linfáticos de la pelvis.
Quimiorradioterapia
La quimiorradioterapia es una combinación de quimioterapia y radioterapia. La quimioterapia destruye las células cancerosas y la radioterapia utiliza radiación ionizante para dañar el ADN de las células cancerosas, causando su muerte. La quimiorradioterapia para el cáncer de cuello uterino consiste en la administración de radioterapia externa y/o radioterapia interna (braquiterapia) al mismo tiempo que se administra un ciclo de quimioterapia.
Quimioterapia
La quimioterapia se puede utilizar para tratar a algunas pacientes con cáncer de cuello uterino localmente avanzado y como tratamiento paliativo en la enfermedad metastásica.
Radioterapia
La radioterapia se utiliza para tratar a algunas pacientes con cáncer de cuello uterino localmente avanzado (como elemento de la quimiorradioterapia) y también se puede utilizar para tratar algunos síntomas de la enfermedad metastásica.
Terapias dirigidas
Las terapias dirigidas son medicamentos que bloquean las vías de señalización específicas de las células cancerosas que las estimulan a crecer. El inhibidor del factor de crecimiento endotelial vascular (VEGF, por sus siglas en inglés) bevacizumab impide que los tumores estimulen el crecimiento de los vasos sanguíneos dentro del tumor, privándolos del oxígeno y los nutrientes que necesitan para seguir creciendo.